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Desde que Matías partió, cada 30 de mes, una rosa azul ha tocado nuestra puerta.
La trae Nelda, una vecina colombiana de 80 años con el corazón más grande que conozco.
Sin falta, mes tras mes, ha traído esa rosa en honor a Matías.
Al principio eran tres, cuatro… hasta que comenzamos a decirle:
“Nelda, este mes se cumplen siete meses… ocho… nueve…”
Y así llegamos a las doce rosas.
Para los doce meses, Nelda preparó algo muy especial.
En su casa tiene una cestica con billetes, arroz, canela, lentejas, y una foto de Matías en forma de imán.
Aquel día, aparecieron misteriosamente 12 dólares en el piso de su habitación.
Los billetes habían caído de la cesta.
“Matías quiere algo”, dijo.
Poco después, vio por casualidad un ramo decorativo con doce rosas azules y doce dólares.
Entendió el mensaje.
Fue a una floristería, entregó los 12 dólares verdaderos y pidió que le hicieran un ramo real.
Ese fue su regalo para Matías en su primer año en el cielo.
Desde entonces, trae una sola rosa cada mes.
✨💙🌹 Una rosa que no se marchita 🌹💙✨
Y hay algo que ocurre siempre, sin explicación lógica:
Coloco la rosa en agua. No la cambio.
Y mes tras mes, ocurre lo mismo:
La rosa nunca se marchita.
No se pudre. No cae.
Solo se transforma lentamente, como si supiera que tiene una misión.
Como si supiera que debe resistir.
Que es parte de algo más grande.
Como si supiera que aún la miramos, aún la sentimos, aún la necesitamos.
Y conserva su forma perfecta hasta el final del mes.
Se seca… pero se queda.
Como el amor.
Como Matías.
Como el alma de quienes siguen floreciendo desde el cielo. Un amor que no caduca💙
📅 Día 1 ➡️ Día 30
El mes pasado, Nelda se fue a Colombia porque su mamá —que vivió 100 años— estaba muy enferma.
El día que aterrizó allá, su madre ya había emprendido su vuelo al cielo.
Una bendición haberla tenido tanto tiempo en esta tierra…
Cien años de sabiduría, fuerza y amor.
Antes de irse, Nelda me dejó su llave para cuidar sus plantas.
Y me mostró lo que Matías le dejó esa mañana: un billete de 20 dólares en el suelo.
“Algo quiere”, me dijo.
Lo puso sobre una silla.
El día 30 pasó sin rosa. Nelda estaba triste.
El 31, mi esposo trajo una rosa por Matías.
Ayer, el billete volvió a caer.
Nelda lo recogió, lo miró y dijo:
“Este es el billete de Matías… ¿qué quiere Matías?”
Y entonces lo recordó:
La rosa. 🌹💙
Salió corriendo, la compró, la trajo.
Y dijo: “Él sabía. Matías sabía que esto iba a pasar.”
Nelda me dijo:“Mientras yo viva, yo le voy a traer su rosa a Matías”.
Gracias, Nelda, por ser mensajera del amor.
Por dejarte guiar por las señales invisibles del alma.
Por permitir que florezca, cada mes, ese lazo eterno entre cielo y tierra.
Matías te quiere. Y tú lo sabes.
Porque los que aman sin pedir nada a cambio,
siempre escuchan lo que no se dice…
y ven lo que no se ve.
💫🌹✨
Hoy también elevamos una rosa invisible para otra presencia querida:
tu mamá, Nelda.
Una mujer que caminó 100 años sobre esta tierra
y hoy cumple su primer mes en el cielo.
Gracias por la vida que dio,
por la hija que formó,
y por haberse convertido también, desde allá arriba,
en otra abuela celestial que seguro sonríe junto a Matías.
Un día compartiré todas las manifestaciones que Matías le ha hecho llegar a Nelda.
Hoy, solo agradezco. 💙
Hermosa historia de verdad y esas rosas azules espectaculares de mi angelito Matías. Te Amo mi principe de aqui al cielo……
Gracias Nelda 💙