😴 Matías y los sueños que nos conectan

Cuando el corazón escucha, los sueños se convierten en un puente hacia quienes amamos.

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Hace unas noches atrás, mientras dormíamos, algo mágico pasó: la jirafa sonó como nunca durante la noche. Tenía días que no lo hacía, y esta vez sonó toda la noche.

Poco después, me llamó Luisa, mi vecina dominicana a quien Matías le muestra las palomas. Ella casi nunca me llama y esta vez lo hizo para contarme un hermoso sueño que tuvo con Matías, me dijo:

“Nubia, yo no suelo soñar con nadie. Cuando sueño, ni me acuerdo. Daría toda mi vida por soñar con mi papá, que se fue hace 15 años… y esta vez soñé con Matías. Me hablaba, estaba feliz, me decía que iba a ir a Venezuela a cuidar a su abuela, que tenía algo muy importante que hacer por allá. Tenía ese cabello hermoso, y estábamos limpiando una casa… pero la casa era como en el paraíso, en el paraíso de Dios, porque estaba llena de rocas gigantes. ¡Estaba tan feliz!”

Ese sueño fue hace un poco más de una semana, y hoy siento que todo encaja. Como si Matías ya estuviera pensando en cómo ayudar a su abuela a montar la Navidad. Una señora fue a casa de mi mamá, se quedó a dormir, y ayudó a montar toda la decoración navideña… y mi corazón siente que eso fue Matías guiándola, mostrándonos que siempre está cerca, cuidándonos incluso desde el cielo.

Esos pequeños momentos, los sueños y las señales, nos recuerdan que el amor de Matías sigue vivo. Que su alegría, su cuidado y su luz están aquí con nosotros, guiándonos en lo cotidiano y en lo mágico.

A veces no necesitamos palabras ni abrazos para sentir a nuestros seres queridos cerca. En los sueños, Matías nos recuerda que el amor trasciende la distancia y la vida misma, y que siempre podemos encontrarnos con ellos, aunque sea en un susurro del alma.