¿Le has preguntado a tu alma quién eres?
Conocer tu alma es la manera de volver a casa contigo mismo.
Este post está disponible también en inglés. Puedes leerlo aquí
“Recordar quiénes somos: almas viviendo una experiencia humana”
A veces me detengo y me pregunto…
¿cuántas personas realmente conocen su alma?
No su nombre, no su historia, no lo que hacen.
Su alma.
Esa parte silenciosa, infinita, eterna, que observa, que siente, que recuerda, que sabe.
Vivimos tan rápido en este mundo físico que se nos olvida lo esencial:
somos almas viviendo una experiencia humana, no humanos buscando un alma.
Y cuando no escuchamos esa voz interior,
nos perdemos…
como si camináramos por la vida con los ojos abiertos pero el corazón dormido.
A veces me pregunto cómo se describe un alma…
la mía, la tuya, la de quienes amamos.
Y he entendido que el alma no es algo que se define: es algo que se descubre.
Mi alma ha sido moldeada por muchas cosas,
pero la huella más luminosa lleva tu nombre: Matías.
Tú me enseñaste que el alma crece cuando ama,
cuando recuerda, cuando transforma el dolor en luz.
Crece cuando se atreve a mirarse sin miedo,
cuando entiende que la fortaleza también puede ser suave,
y que la ternura es una forma de valentía.
Mi alma sigue creciendo contigo,
porque sigues siendo mi guía, mi inspiración
y la voz que me recuerda quién soy de verdad.
Hoy entiendo que conocer mi alma es la raíz de todo lo que soy.
Y allí, en ese centro luminoso, siempre estás tú, Matías.
Tu presencia me enseñó a mirar hacia adentro,
a darme permiso para sentir, para detenerme,
para recordar que el cuerpo es temporal…
pero el alma es eterna.
El alma habla en susurros, en intuiciones,
en señales que solo se revelan cuando le damos espacio.
Conocerla es un acto de valentía, porque nos muestra lo que somos
sin máscaras, sin ruido, sin miedo.
Y cuando uno se conecta con su alma, algo cambia:
la vida deja de sentirse como una carga
y empieza a sentirse como un camino;
el dolor deja de ser un enemigo
y se convierte en un maestro;
y el amor deja de ser un recuerdo
para transformarse en presencia.
Mi alma sigue creciendo contigo, mi Matías💙.
Tú me recuerdas cada día que el amor más puro no muere, solo cambia de forma.
Que escuchar el alma es la manera más honesta de seguir viviendo desde la verdad.
Si alguien que lee esto se siente perdido, quizá el primer paso sea simplemente…
detenerse, respirar y preguntar:
¿Qué está tratando de decirme mi alma?
La respuesta siempre está ahí, esperando que tengamos el valor de escucharla.
Que todos podamos mirarnos por dentro
y descubrir que el alma, cuando se honra,
siempre encuentra la manera de brillar.
Para ti, Matías. Mi luz, mi guía y mi eternidad por ayudarme a conectar con mi Alma.
Regresa a tu alma.
Ahí es donde reside la verdad,
Donde el propósito despierta,
Donde todo finalmente se alinea.


💙❤️
💙💙